De vacaciones en Menorca necesitaba un masaje relajante ya que tengo algunas tensiones en la espalda y después de caminar varios kilómetros al día, las piernas necesitaban un buen masaje. La atención al llegar fue muy amistosa y el lugar tiene mucho encanto. Las manos de la masajista sabían en todo momento qué hacer. Yo soy muy exigente con los masajes y he de decir que este es uno de los mejores que he recibido en mi vida.
Una pena no vivir en Ciudadela para disfrutar más a menudo de este lugar.